Obituary for
Adolfo Rodriguez
Adolfo Rodriguez nacio Septimbre 27, 1938 en Cieneguilla Pinos, Zacatecas. Su lugar de residencia era Pasadena, TX. El vivió en México hasta mudarse a Estados Unidos en el 1970 para buscar una mejor vida para su esposa Adulfa Rodriguez y sus hijos. El trabajaba para proveer una mejor calidad de vida para ellos.
Con el tiempo la familia creció. Nacieron sus nietos y un poco después sus bisnietos, a los cuales él quería y estimaba mucho. Llegó a ver a la mayoría de sus nietos graduarse de la preparatoria. El siempre estuvo muy orgulloso de los logros de sus hijos, nietos, y bisnietos. A él le gustaba mucho andar en bicicleta, sentarse afuera y disfrutar la naturaleza, y convivir con su familia. Cuando lo visitaban, sus ojitos se alegraban y pronto iba a la puerta a recibir con un abrazo y una sonrisa. Su tranquilidad era el bienestar de toda su familia. La familia siempre se aseguró de que él se sintiera acompañado y querido.
Todos se quedan con un gran vacío en sus corazones por su ausencia. Afortunadamente él ha dejado un legado digno de admiración. El estableció una fundación fuerte a la cual le servirá a la familia a vivir una vida de bien como él lo quisiera. Sin lugar a dudas, para él la unión familiar siempre fue lo más importante. Y su familia desea seguir honrando sus enseñanzas y consejos y mantener la unidad. A Dios no se le hubiera podido pedir mejor papá y abuelo.
Adolfo Rodriguez fue un hombre muy lindo y generoso. El siempre muy amable y respetuoso, un señor fino y de lealtad. Mucha gente lo estimaba debido a su nobleza y humildad. El fue muy apreciado y dejará un gran recuerdo en muchos corazones. El hizo un gran impacto en nuestras vidas y por siempre lo recordaremos, ya que no es una persona fácil de olvidar. Él hablaba siempre con mucha educación. El fue siempre un hombre derecho y buena gente con todos. Siempre será recordado con honor y como un hombre de admiración. Él tenía muchas amistades debido a que era muy sociable. Se robaba el corazón de aquel que lo conociera. Es muy estimado y querido por muchas personas debido a su compasión y sinceridad.
El siempre fue un guerrero, jamas se quejo de que algo le doliera. El tenía muchas ganas de vivir para disfrutar al lado de su familia. El vivió una larga vida, llena de mucho amor y felicidad de su familia y amistades. El se fue con bonitos recuerdos y con la dicha de conocer a dieciocho bisnietos. La familia da gracias a Dios por guardarlo 84 años de vida. A él jamás le faltó cariño, amor, sonrisas, respeto, bonitas palabras, admiración, y abrazos. Todos se aseguraron de consentirlo y demostrarle amor de su propia manera. Lo recordaremos siempre como un hombre ejemplar, noble y sonriente. Por siempre será nuestro orgullo y deseamos poder ser la mitad de buena persona que él fue. El por siempre vivirá en nuestros corazones y pensamientos.
Le sobreviven su esposa Adulfa Rodriguez, sus siete hijos Rufina Aranda, Maria del Carmen Salazar, Ruben Rodriguez, Ramiro Rodriguez, Homero Rodriguez, Yolanda Rodriguez, y Maria de los Angeles Rodriguez, sus dieciseis nietos, y dieciocho bisnietos.