Boris T. Jervis, 89, returned to his heavenly home on December 24, 2023. His devotion and love to his family, and his firm belief in God, gave him the strength to overcome the many challenges of life with love and peace.

Boris was born to the late, Beatriz Troya and Cristobal Jervis in Riobamba, Ecuador on July 29, 1934. Upon graduating from La Salle College, Boris immigrated to the United States. His plane landed in Miami, FL on March 17, 1958. Once arriving in Florida, he then traveled by bus to Los Angeles, CA where he began working in the manufacturing industry, retiring in 2001.

As a loving and devoted father, Boris raised his children, David and Denise, from a previous marriage to Martha Eugenia Scott, with faith, love, compassion, discipline, wisdom, and humility. From the very
beginning, Boris taught his children to live life, as he had, from the heart.


On November 22, 1995, in Manta, Ecuador, Boris married his best friend, Ita Luna Jervis. Their twenty-nine years together, although not long enough, were filled with love, laughter, dancing, singing, traveling, talking about life, and never-ending a day without saying “I Love You.” Boris made Ita’s days go quickly, smoothly, securely, and always filled with much love for his “Mijita”.  He was a devoted, loyal, and loving
husband, father, brother, son-in-law, brother-in-law, uncle, and friend, who will be truly missed beyond words.
 
Boris could see the silver lining and solution to life’s obstacles.  As a businessman, he always had prudence when making decisions. As a boss, he was tolerant, respectful, generous, and appreciated by his
subordinates. As a friend, an incomparable human being, he always acted fully, from the perspective of doing good without looking at who. As a neighbor, concerned about the constant improvements of a good
life, kind and affable in his gestures and words. 

Boris was an educator who used his compassionate heart to open the Castor Ecuatoriana School for children to pursue their educational dreams and extended that offer to his employees. After his business retirement, he worked in Houston as a Spanish language teacher, enjoying the trust and friendship of his students among young and old adults.

As a man and human being, perhaps with his imperfections, he learned to value each day of his life, communicating, creating, and having the awareness that the important thing is to move forward and forgive, to act without harm, on a path whose only light was faith. A man with an exceptional sense of humor, but also a man who acted with honesty, integrity, firmness, and justice.

Boris had many interests in life, among them; poetry, history, math, art, geography, classical music,
storytelling, coastal and highland foods, driving, outdoors, and world peace. He also enjoyed sports; bowling,
swimming, biking, mountain climbing, walking, chess, and racing motorcycles in the Baja 1000. His creativity, talent, and sportsmanship brought him many awards, trophies, and even a patent for the Polaris Automatic Pool Cleaner. However, Boris’ greatest love was to tinker and work around the house making sure everything was organized and well taken care of because his family’s needs were always the priority.
 
Boris is survived by his wife, Ita; his daughter Martha Denise Jervis Scott; his grandchildren David Andres, Melissa Jervis Cevallos, Erick, Joshua, and Liam Jervis Medranda, Adrian Jervis, and Gustavo Delgado Jervis; and his brothers, Mario, Fausto, Luis Fernando and sisters, Jenny Davila, and Maria Augusta Wagner.  He is preceded in death by his son, Boris David Jervis, brothers: Oswaldo Jervis, Patricio Jervis, and Edwin Jervis, sister; Laura Jervis Viteri; and his parents.

A private service and burial will be held for Boris on Wednesday, January 03, 2024, at 12:00 pm at the Jesse Faye Fields Chapel, 7908 Rankin Road, Humble, TX 77396. 

“The Lord is my shepherd, there is nothing I shall want.” Psalm 23

Boris Jervis Troya, de 89 años, regresó a su hogar celestial el 24 de diciembre del 2023. Su devoción y amor por su familia, y su firme creencia en Dios, le dieron la fuerza para superar los muchos desafíos de la vida con amor y paz.

Boris nació de Beatriz Troya y Cristóbal Jervis en Riobamba, Ecuador, el 29 de julio de 1934. Al graduarse del Colegio La Salle en Quito, Boris emigró a los Estados Unidos. Su avión aterrizó en Miami, Florida el 17
de marzo de 1958. Una vez que llegó a Florida, viajó en autobús a Los Ángeles, California, donde comenzó a trabajar en la industria manufacturera y se jubiló en el 2001.

Como padre amoroso y devoto, Boris crio a sus hijos David y Denise, de un matrimonio anterior con Martha Eugenia Scott, con fe, amor, compasión, disciplina, sabiduría y humildad. Desde el principio, Boris enseñó a sus hijos a vivir la vida como el, desde el corazón.

El 22 de noviembre de 1995 en Manta, Ecuador, se casó en sus años de madurez con su mejor amiga Ita Luna Jervis. Sus veintinueve años juntos, aunque no fueron suficientes, estuvieron llenos de amor, risas,
bailes, cantos, viajes, conversaciones sobre la vida y sin terminar un día sin decir “te amo”. Boris hacía que los días de Ita transcurrieran rápidos, tranquilos, seguros y siempre llenos de mucho amor por su “Mijita.
Fue un esposo, padre, hermano, yerno, cuñado, tío y amigo, leal y amoroso, a quien realmente extrañaremos más allá de las palabras.

Boris tenía la capacidad de ver el lado positivo y la solución a los obstáculos de la vida.

Como empresario siempre tuvo prudencia a la hora de tomar decisiones. Como jefe era tolerante, respetuoso, generoso y apreciado por sus compañeros de labores. Como amigo, ser humano incomparable, actuó siempre plenamente, desde la perspectiva de hacer el bien sin mirar a quién. Como vecino, preocupado por las constantes mejoras del buen vivir, amable y afable en sus gestos y palabras.

Boris fue un educador que usó su corazón compasivo para abrir la “Escuela Castor Ecuatoriana”para que los niños persiguieran sus sueños educativos y extendió esa oferta a sus empleados.

Después de su retiro empresarial trabajó en Houston como profesor de español, disfrutando de la confianza y amistad de sus alumnos entre adolescentes, jóvenes, adultos jóvenes y adultos mayores.

Como hombre y ser humano, tal vez con sus imperfecciones, aprendió a valorar cada día de su vida,
comunicando, creando y teniendo conciencia de que lo importante es seguir adelante y perdonar, actuar sin daño, en un camino cuya única luz fue la fe. Un hombre con un sentido del humor excepcional, pero también un hombre que actuó con honestidad, integridad, firmeza y justicia.

Boris tenía muchos intereses en la vida, entre ellos; poesía, historia, matemáticas, arte, geografía, música, narración de cuentos, comidas típicas de la sierra y de la costa, disfrutaba el manejar, hacer actividades
al aire libre y añoraba la paz mundial. También deleitaba de los deportes; jugar bolos, nadar, andar en bicicleta, escalar montañas, caminar, jugar ajedrez y competir en motocicleta en la Baja 1000. Su creatividad, talento y espíritu deportivo le valieron muchos premios, trofeos e incluso una patente para el limpiador automático de piscinas Polaris, sin embargo, el mayor amor de Boris era juguetear y trabajar en
la casa asegurándose de que todo estuviera organizado y bien cuidado porque las necesidades de su familia siempre fueron la prioridad.

A Boris le sobreviven su esposa, Ita; su hija Martha Denise Jervis Scott; sus nietos David Andres, Melissa Jervis Cevallos, Erick, Joshua y Liam Jervis Medranda, Adrian Jervis y Gustavo Delgado Jervis; y sus
hermanos, Mario, Fausto, Luis Fernando y hermanas, Jenny Dávila y María Augusta Wagner. Le precedieron en la muerte su hijo, Boris David Jervis, hermanos: Oswaldo Jervis, Patricio Jervis y Edwin Jervis, hermana; Laura Jervis Viteri; y sus padres.

Se llevará a cabo un servicio privado y un entierro para Boris, el día miércoles 3 de enero del 2024 a las 12:00 p. m. en la Capilla Jesse Faye Fields, 7908 Rankin Road, Humble, TX 77396.

“El Señor es mi pastor, nada me faltará”. Salmo 23